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Una moto para salir volando
Canarias es la región europea con el mayor número de autogiros ultraligeros
ANA DE LEÓN No hay que ser un máquina para ser piloto de ultraligeros. Pilotar una de estas aeronaves es tan complicado como conducir el coche en Las Palmas. Ni más, ni menos", señala Dani R. Vega a los mandos de Canaire, la única escuela de ultraligeros autorizada por Aviación Civil en las Islas Canarias y en funcionamiento desde el año 2004.
Volar en estos aparatos tiene un atractivo muy especial. Lejos de la impresión que deja un avión comercial, el ultraligero es una inagotable fuente de sensaciones, "todo es más real porque te sientes parte del aire, del vuelo", afirma Dani, que ya cuenta con unas 4.000 horas de travesías a sus espaldas.
Muchos de los que llevan toda la vida mirando al cielo cuando escuchan un aeroplano aprovechan la época estival para acercarse a Canaire y probar en su piel que se siente a los mandos. Es por eso que el perfil del contratante es, en la mayoría de las ocasiones, "los que tienen el gusanillo de volar metido en el cuerpo desde pequeñitos", reconoce el maestro.
"No es una actividad para ricos y es la desinformación la que aleja a los clientes sin ni siquiera interesarse por el precio", afirma el padre de esta escuela.
Y es que por menos de 2.000 euros se puede obtener la licencia de piloto de ultraligeros, incluyendo las horas mínimas exigidas y el derecho a examen. "Algunos se dejan más en las autoescuelas", compara. Además, esta es la forma más sencilla y económica de convertirse en un as de la aviación.
En el Aeroclub de Gran Canaria se puede estar a 300 metros del suelo a bordo de dos tipos de aeronaves. El modelo Rans Coyote 2 es muy parecido físicamente a una avioneta. Se trata de un diseño de tercera generación con ala fija realizado en composites y fibras de carbono. Son ideales para el vuelo de largas distancias a costo de ultraligero, por lo que empiezan a ser los preferidos por los pilotos deportivos.
Y el otro modelo es el autogiro, un invento del español Juan de la Cierva y que, visiblemente, es parecido a un helicóptero pero sin cubierta ni rotor de cola. Es la moto del aire, donde la adrenalina se dispara, el corazón se acelera y la libertad se toca con la yema de los dedos.
Curiosamente, Canarias es la región europea donde más cantidad de estos ultraligeros hay, en comparación con otros diseños.
Las razones son el buen clima que acompaña al Archipiélago, que hace que no sea un problema volar sin techo; los trayectos entre islas que, en relación a la velocidad que puede alcanzar el aparato, le son favorables (se tarda una hora y veinte minutos en volar de Gran Canaria a La Gomera). Y, por último, una orografía que facilita el aterrizaje en distancias más cortas.
Sin embargo, su utilización no se ha extendido masivamente por lo que Dani cree como una "falta de cultura en aviación". "Mientras en otros países los aviones son tan corrientes como los coches, en España muchos se han empeñado en convertir la profesión de piloto en algo elitista, y para nada es así", añade.
Además, a esto se le suma otro problema, la falta de campos de ultraligeros. Si hubiera espacios en cada una de las islas, las visitas serían mucho más comunes y de hecho "hay travesías que no podemos hacer porque no tenemos donde aterrizar",
Y es que sobrevolar Canarias a vista de pájaro no está tan lejos como parece. Solo basta con subirse a un ultraligero y dejar que el cielo sea carretera.
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Publicado el 20/03/2012 Este vídeo corresponde al programa Cuarto Milenio del 19 de marzo de 2012. Esta novedosa aplicación para el autogiro es un magnífico ejemplo de innovación, desarrollada por una empresa andaluza. ELA Aviación es una empresa de Fuenteovejuna (Córdoba), dirigida por Emilio López Alemany, que fabrica, desde hace 12 años, tres modelos de autogiros ultraligeros biplaza, principalmente para usos recreativos y agrarios. Por el momento la empresa ha entregado dos de las diez unidades previstas a la Junta de Andalucía, que utilizará la Policía Nacional en Andalucía para labores de vigilancia, y se ha encargado de formar en su escuela a seis agentes, que ya han obtenido sus correspondientes licencias de pilotos.